jueves, 18 de julio de 2013

MERMELADA DE MELOCOTÓN Y ALBARICOQUE.


Las mermeladas que he ido haciendo hasta ahora eran de una fruta. Como me gusta mucho la de melocotón y también la de albaricoque, hoy he decidido hacer una nueva mermelada con ambas frutas, que por cierto el resultado tiene un sabor estupendo.
No voy a explicar los utensilios porque siempre es lo mismo y podéis consultarlos en otras publicaciones mías de mermeladas, pero sí los ingredientes y el proceso.

 
Ingredientes:
  • Albaricoques y melocotones, entre ambos y antes de limpiar pesaban 3,10 kilos. Finalmente, han quedado reducidos a 1,83 kilos.
  • Un limón, (su zumo).
  • 1, 3 kilos de azúcar, (ya sabéis que podéis echar 1,83 kilos), pero a mí me gusta poner menos cantidad de azúcar, como el 75 % de lo que pese la pulpa de la fruta).
  • Medio vaso de agua.


Proceso:
  1. Lavar frotando muy bien los melocotones y albaricoques.
  2. Trocearlos del tamaño que se desee, eliminando los huesos y rabos, (no es necesario pelarlos, puesto que la piel hace efecto espesante por la cantidad de pepsina).
  3. Poner en una olla rápida el medio vaso de agua y los trozos de fruta.
  4. Tapar la olla y cocer a fuego fuerte hasta que suban las rayas de la válvula, en este punto apagar y esperar a que se pueda abrir.
  5. Destapar la olla y batir el resultado de la cocción, (con batidora o pasapurés).
  6. En la misma olla, poner “el puré” y añadir el azúcar deseado.
  7. Encender el fuego y cocer durante un cuarto de hora aproximadamente, controlando la intensidad del fuego para que no cueza demasiado fuerte y sin que se rompa la cocción, sin dejar de remover con una cuchara de madera.
  8. En el último minuto añadimos el zumo del limón o de dos limones y seguimos removiendo.
  9. Apagamos y retiramos del fuego
  10. Verter con cuidado en tarros de cristal, (siempre metiendo un metal para que no salte por el contraste de temperatura).
  11. Enfriar en menos de dos horas, (es muy importante un enfriamiento rápido para evitar la proliferación de bacterias y microorganismos), para ello podemos abatir los tarros destapados en agua fría.
  12. Tapar y guardar en el frigorífico.


Resultado y coste:
En esta ocasión hemos obtenido 2 kilos y 800 gramos, repartidos en tres tarros con un coste de menos de 5 euros, incluidos los costes de energía. Como siempre la mano de obra no la cuento porque se pone de forma gratuita y con mil amores.


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