Ahora podéis pensar ¡qué simple, qué chulo, qué tontería, o qué
birria!.
Sin embargo, he de confesaros que lo tengo desde hace 11 años y que me ha
servido de: frutero, de florero, de centro decorartivo de navidad o/y, como en estos momentos, para guardar las
nueces, que tan amablemente Vanesa nos ha regaldao de sus nogales.
Me gustaría que imaginéis su procedencia, pues como ponía en mi
entrada titulada erre que erre, La reutilización de cosas, que terminan sin
pensar en la basura, pueden ser de gran utilidad, es este el caso. El
protagonista, “el centro” es
simplemente el ojo de la vieja lavadora, que dio el "callo" lavNDO durante 13 años, y
que terminó en un desguace, a excepción del cristal de la puerta, no sé si os
convenceréis o no, pero insisto pequeños detalles pueden ser grandes logros.
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