lunes, 29 de octubre de 2012

BIZCOCHO SENCILLO.

Ya hemos mostrado bizcochos, pero hoy voy a explicaros unos sencillísimo y que además de servir para desayunos puede ser el fundamento para la creación de una tarta clásica, dividiéndolo en capas y rellenándolo como nos apetezca. Cremas, mermeladas de las que hemos elaborado, almíbares, chocolates o cualquier idea que se nos ocurra.

Ingredientes:

  • 3 huevos grandes o 4 medianos. Separar las claras de las yemas.
  • Un vaso lleno de azúcar hasta el borde.
  • Medio vaso de aceite de oliva, aunque puede hacerse con girasol.
  • Un vaso lleno de harina.
  • Una cucharadita de levadura en polvo.
Proceso:
  1. Encendemos el horno clásico, sin turbo a 180º C.
  2. En un bol ponemos las claras y en otro las yemas.
  3. Montamos las claras con unas varillas a punto de nieve y añadimos la mitad del azúcar.
  4. Por otro lado batimos las yemas con las mismas varillas y el resto del azúcar.
  5. Vertemos las yemas al bol donde habíamos montado las claras y batimos.
  6. Echamos el aceite y seguimos mezclando.
  7. Por último adicionamos la harina y la levadura mezclándolo todo muy bien.
  8. Echar la mezcla en un molde de horno que tendremos preparado con un poco de aceite y harina para poder desmoldar cuando tengamos hecho el bizcocho.
  9. Como ya tendremos el horno calentito introducir el molde con la mezcla, poniéndolo más cerca del suelo que del techo.
  10. Hornear 15 minutos a 180º C y 15 minutos más a 150º C.
  11. Esperar a que se enfríe el horno y sacar.
  12. Desmoldar cuando esté perfectamente frío.

Costra levantada de un milimetro.

Recién despellejado.
Resultado y coste:

Un bizcocho muy esponjado por menos de dos euros. Además la capa superior se quita y quedan unos costrones para decorar cualquier postre, sobre natillas, en un rico chocolate, o simplemente para acompañar a un buen café.


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