Ingredientes:
- 10 gramos de masa del día anterior, que era de harina integral.
- 220 gramos de agua templada, la pesé.
- 10 gramos de sal fina.
- 10 gramos de aceite de oliva.
- 300 gramos de harina blanca.
- No eché levadura porque quería obtener una torta que no tuviera miga, que fuese prácticamente sólo corteza.
Proceso:
- Poner en un bol sal y la masa del día anterior.
- Agregar el agua templada.
- Poner el aceite.
- Ir adicionando harina poco a poco mientras amasamos.
- Tapar con un paño y dejar que duplique el volumen.
- Amasar durante unos diez minutos, enharinando la superficie de trabajo y la bandeja de hornear.
- Hacer una bola y ponerla sobre la bandeja aplastándola lo máximo posible, creando un círculo de unos 20 centímetros de radio.
- Tapar con el paño para que duplique.
- Después marcar hendiduras por todo el círculo con los nudillos de la mano.
- Cuando tengamos el horno a 200º C, hornear durante 20 minutos, como otras veces más cerca del suelo y no hace falta vapor del agua.
Resultado y coste:
Una torta como quería sin miga para hacer unas tapitas de pan con
aceite y jamón serrano, por ejemplo. Por tan sólo 40 céntimos. (Está claro que
me refiero al pan solamente).
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