Como vengo insistiendo, los pequeños detalles son los que cuentan, y “tacita a tacita”, he conseguido un premio para la despensa del invierno. ¿Qué premio?, el de la fotografía.
Os explico cómo.
Desde que me he convertido en una anti-consumista desde el día 25
de septiembre del 2012. Todo ello motivado por: la subida del IVA en los
precios, la reducción de los salarios, la renuncia a trabajar con un sueldo
indigno, y por tanto la disminución del poder adquisitivo, me he puesto las
“pilas” y con estos detalles, (que encima me divierten), he obtenido el jamón,
además de recuperar la dignidad. Paso a resumiros.
- Ahorro de jabones y detergentes por elaborarlos en casa: 40 euros en tres meses.
- Ahorro de pan por elaborarlo en casa: 36 euros en tres meses.
- Ahorro en mermeladas por elaborarlas en casa: 24 euros en tres meses.
- Ahorro de yogures por elaborarlos en casa: 25 euros en tres meses.
- Ahorro de bollería por elaborarla en casa: 60 euros en tres meses.
La suma de todo asciende a
185 euros, que en mi caso he comprado un jamón y aún me ha sobrado
recompensa. Y no es broma aunque sean los santos inocentes.
Ventajas adicionales:
- Incremento de la autoestima.
- Desaparición de los problemas de la piel.
- Mejora de la salud en general.
- Certeza en la calidad de los nutrientes ingeridos.
- Y la mejor de todas ellas, una inversión asegurada de la prevención de enfermedades.
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