viernes, 28 de diciembre de 2012

¡Un jamón!


Como vengo insistiendo, los pequeños detalles son los que cuentan, y “tacita a tacita”, he conseguido un premio para la despensa del invierno. ¿Qué premio?, el de la fotografía.


Os explico cómo.
Desde que me he convertido en una anti-consumista desde el día 25 de septiembre del 2012. Todo ello motivado por: la subida del IVA en los precios, la reducción de los salarios, la renuncia a trabajar con un sueldo indigno, y por tanto la disminución del poder adquisitivo, me he puesto las “pilas” y con estos detalles, (que encima me divierten), he obtenido el jamón, además de recuperar la dignidad. Paso a resumiros.

  • Ahorro de jabones y detergentes por elaborarlos en casa: 40 euros en tres meses.
  • Ahorro de pan por elaborarlo en casa: 36 euros en tres meses.
  • Ahorro en mermeladas por elaborarlas en casa: 24 euros en tres meses.
  • Ahorro de yogures por elaborarlos en casa: 25 euros en tres meses.
  • Ahorro de bollería por elaborarla en casa: 60 euros en tres meses.
La suma de todo asciende a  185 euros, que en mi caso he comprado un jamón y aún me ha sobrado recompensa. Y no es broma aunque sean los santos inocentes.
Ventajas adicionales:
  • Incremento de la autoestima.
  • Desaparición de los problemas de la piel.
  • Mejora de la salud en general.
  • Certeza en la calidad de los nutrientes ingeridos.
  • Y la mejor de todas ellas, una inversión asegurada de la prevención de enfermedades.

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