domingo, 9 de diciembre de 2012

TRICOTANDO.


Siempre se ha dicho que más vale prevenir que curar, y qué cierto es.
Si tenéis lanas o jerséis muy viejos, siempre tenemos la opción de deshacerlos, lavar su lana y cuando esté limpia y seca volver a tejer un nuevo modelo, ¡Qué útil y servicial es la lana, cuando es pura! Y ¡Cómo regula la temperatura de los individuos!

  
Como dije cuando me animé a emprender este humilde blog, me gustaría enseñaros todos mis ensayos, pero me siento incapaz de explicar cómo se hace punto, yo aprendí cuando era niña y aún lo recuerdo.

A quienes sepáis “hacer punto”, y os falte dinero y os sobre tiempo, os invito a que no os dejéis llevar por las gangas comerciales de los jerséis que llevan cualquier tipo de tejido menos lana, porque si son de lana pura a precio de chollo pensad en la explotación laboral que habrá existido en su elaboración, así que mejor será que nos los tricotemos nosotros.

A quienes no sepáis “hacer punto” os convido a que aprendáis, haréis felices a alguna persona mayor, haciendo que se sienta valiosa al enseñaros y vosotros sentiréis orgullo al conseguir aprender.

Aquí os dejo las fotos de mis nuevos jerséis, eficientes contra el frío, recién fabricados. Y como el “mérito” no es sólo mío, os diré que el de color blanco con rayas grises lo ha tejido mi madre, (con la mayor ilusión del mundo) y el rojo de “ochos” lo ha hecho “la menda” en sus ratos de relax.

Y así “tacita a tacita” ya tengo con qué ataviarme para el crudo invierno vallisoletano.

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