Descripción: Es una hortaliza o verdura híbrida de
brécol y la coliflor de la que aprovechamos sus brotes o flores, pertenece a la
familia de las Brasicáceas. Se
caracteriza por su color verde y la peculiaridad de la forma de sus brotes,
tiene un sabor muy suave y es más digestiva que el resto de las coles. En
España su consumo se ha introducido a finales de la década de los 80.
Sus meses óptimos para su consumo son:
noviembre, diciembre y enero.
ROMANESCO o ROMANESCU “brassica oleracea”
Variedades (algunas son):
- El romanesco Agripa.
- El romanesco Celio.
- El romanesco Navona.
- El romanesco Pincio.
- El romanesco Temple.
- El romanesco Shannon.
- El romanesco Verónica.
Los mejores:
Las piezas que presentan un aspecto fresco,
como húmedo, apretadas, verde homogéneo y sin golpes, con hojas exteriores
firmes y verdes sin manchas.
Preelaboración:
Eliminación de las hojas y de los tallos,
separar los grupos de brotes y lavarlos.
Conservación:
En cámaras entre 8 y 10º C.
Cualidades nutritivas destacables:
El romanesco destaca
por su extraordinaria riqueza en carotenos, fibra y minerales como: potasio,
hierro, fósforo, magnesio y calcio, además de vitaminas del grupo B y C.
Aplicaciones gastronómicas:
Cocinadas: hervidas, al vapor, gratinadas,
rehogadas, rebozadas, como parte de menestras. También se pueden añadir en
ensaladas compuestas pequeños brotes en crudo.
Curiosidades.-
Es interesante observar como la naturaleza
nos deleita con la forma fractal tan
perfecta de esta hortaliza.
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